jueves, 25 de octubre de 2007

CON PARTIDO, SIN PARTIDO, CUÁL PARTIDO

Mi mesa de votación, en Barrio México, donde necesitaban fiscales pues no tenían suficientes, estuvo manejada por dos mujeres jóvenes como miembras de mesa, nombradas por el TSE, profesionales, felices de ganarse su plata. En la apertura de mesa se presentó otra señora sin signos externos. Yo parecía un árbol de Navidad del NO, con la camiseta que me pintó mi hija y llena de botones.

Las miembras de mesa nos vieron y dijeron: “Buenos días, ¿usted es fiscal del NO y usted del SI, verdad?”

La señora inmediatamente se defendió furiosa y dijo: “No yo soy del PUSC”.

“Por eso”, dijo la miembra de mesa.

“No, yo voy con el NO”, dijo la fiscal del PUSC.

“Pero entonces, ¿no hay fiscal del SI? ¿Y cómo puede haber dos fiscales del mismo bando acá?

Esta confusión se debió a que con argumentaciones de que era la primera vez que se hacía un referéndum y que no se tenía experiencia en la organización, el TSE no permitió la inscripción de fiscales por los movimientos políticos y civiles, a favor y en contra del TLC, del NO o del SI. Insistió que los fiscales tenían que pertenecer a los partidos que habían sido inscritos en las últimas elecciones y que podía haber un máximo de un fiscal por partido. En algunas mesas, eso pudo haber tenido como consecuencia que hubiera veintidós fiscales de mesa!!!! Ridículo.


Otra consecuencia de esta decisión se mostró en Puerto Viejo de Limón, cuando al estar yo capacitando fiscales del NO, una mujer se presentó y aclaró que ella era de Liberación Nacional, que siempre había militado en ese partido, pero como estaba con el NO había estado dispuesta a inscribirse como perteneciente a cualquier partido y que había acabado inscrita como de Vanguardia Popular.
Valiente ella, ¿verdad? No sé qué opinará ahora de su partido tradicional.


Cuando los ayudantes del NO pasaron a ofrecer café en la mañana, yo hice señas que le ofrecieran café a mi compañera fiscal, que obviamente consideró que a ella le correspondía esto, aunque ella no había coordinando y nadie sabía que en la mesa había otra fiscal del NO.

Cuando íbamos a cerrar, la jefa del SI en Barrio México pasó dejando fiscales en las mesas. Dejó dos señoras, que no tenían idea de qué había sucedido durante el día. Las dos tenían puesta una camiseta del SI sobre su ropa. Nos presentamos y la nueva representante del PUSC se acercó con mucho cuidado y me dijo que ella había votado por el NO, pero que estaba ahí ayudando por civismo, porque una señora le había pedido.

Un amigo me contó que en su mesa de votación, pasaron temprano con desayunos para los fiscales del SI, que se asomaron y preguntaron: “¿Los fiscales del SI?” y nadie contestó.

“¿Quién es el fiscal del SI para darle café?”, repitieron.

Y nadie contestó.

En eso cambiaron la pregunta: “¿Quién es el fiscal de Liberación Nacional?”, y una señora levantó la mano.

Luego ella aclaró que ella estaba por el Partido, pero que en la realidad ella iba con el NO.

Mi fiscal del PUSC, con la que pasé conversando toda la mañana, con la que compartí recetas de cocina, información sobre la edad de los hijos, profesiones, trabajos, esposos, etc., quiso saber en repetidas veces de qué partido era yo. Por más que le contesté varias veces que estaba inscrita por el PAC, pero que era del NO, no entendía y al rato, como sin querer queriendo, volvía a repetir la misma pregunta. No concebía que hubiera alguien que no militara con un partido, que solo representara una posición política.

En algún momento, quise contarle el cuento de mi hijo Pedro, que cuando tenía alrededor de dos años y apenas había empezado a hablar, un día que seguro yo estaba menos paciente de la cuenta y me puse a regañarlo no sé ni por qué, se quedó muy serio, tomó un paso atrás, se toco repetidamente el pecho con su mano y me dijo:

“Pedro es mío” y dío media vuelta y se fue. Yo me quedé con la boca abierta, sin saber si reír o llorar, teniendo muy claro que iba a tener que aprender a tratarlo de otra manera.

Pues, en esta lid política, lo que tenía ganas de decirle a la fiscal y a tantas otras personas es: “Yo soy yo. Silvia es mía. Yo estoy en esto en carácter personal. Soy una adulta, que tiene una posición política y que asume las consecuencias de sus acciones”

No hay comentarios: