Los del NO le dedicamos mucho esfuerzo en la consecución y capacitación de los fiscales en las mesas de votación.
Desde hace algunos procesos electorales, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) dispuso unas modificaciones en el proceso de votación que han causado una desconfianza de que los resultados de las votaciones reflejen los deseos de los votantes.
-históricamente los miembros de una mesa de votación habían sido los fiscales de los diferentes partidos que están en contienda, rotando a quién le tocan los diferentes puestos. Desde las elecciones de alcalde, dada la poca participación de la ciudadanía, el TSE contrató con un salario, a personas para ocupar estos puestos. De ahí, el proceso que era resguardado por ciudadanos políticamente interesados, todos con el mismo rango, pasó a ser ajeno, donde los fiscales solo podíamos ser observadores.
-se dejó de votar con tinta y el dedo pulgar y se pasó a hacerlo con un bolígrafo y una cruz. Esta pequeña modificación permite que una papeleta pueda pasar rápidamente, solo con la ayuda de un lapicero, de ser un voto en blanco a ser uno para un candidato particular y de ser un voto para un candidato a ser un voto nulo. En las últimas elecciones presidenciales hubo votos nulos marcados con dos tintas diferentes y cuando se presentó la anomalía, el TSE solo respondió que no se podía hacer nada pues si se eliminaba la mesa se anulaban votos válidos a algunos votantes.
-Además, aduciendo que era la primera vez que se votaba en un referéndum y que había que definir procesos, el TSE modificó a última hora otra de las premisas históricas, que “si es clara la voluntad del votante”, el voto es válido. Decretó que si la papeleta tenía marcas ajenas a la X en el cuadro, el voto sería nulo. Por primera vez los votantes no podrían poner sus mensajes al mismo tiempo que hacían que su posición política fuera contada para una tendencia.
Horas se nos fueron re-educando a los votantes para evitar perder un solo voto como consecuencia de esta última modificación.
La historia de Costa Rica está llena de anécdotas de violencia, irregularidades y fraude en casi todas las elecciones, que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ha funcionado cuando la escogencia ha sido entre partidos políticos con la misma composición social y económica. La experiencia de las recientes elecciones presidenciales nos mostró claramente que aún teniendo fiscales, que aún con un TSE, muchas veces los resultados no reflejaban los deseos de los electores, que teníamos que estar vigilantes, “pelando el ojo” como se llamó el folleto de capacitación a fiscales del NO.
Sin embargo, los partidarios del TLC, los del SI, se mostraron tan confiados que en muchísimos casos sus fiscales solo aparecieron en mesas al final de la jornada.
O confiaron en
-nuestra ética, en nuestra moral, en que no íbamos a hacer un fraude,
-o confiaron en los miembros de mesa, en las personas contratadas por el TSE.
Todo esto hace que esté segura que el proceso de fiscalización era y es importante, que es de las y los ciudadanos políticamente activos y conscientes, que no lo podemos ni lo debemos dejar.
Además, de estos pensamientos tan serios, tengo mil anécdotas, unas dulces, otras tristes, todas importantes.
Capacitando fiscales en una de las comunidades del Caribe Sur, Paraíso, de procedencia bananera, las personas que se presentaron estaban tan claras de todo el proceso que yo sentí que la que había aprendido era yo. Ahí capacité un policía que llegó con su compañera, con su uniforme y todo, sin dar ninguna explicación de ningún tipo, súper tranquilo. Al concluir la sesión, confirmaron que no había financiamiento para el día de la votación y procedieron a organizarse: cada uno llevaría su propia comida y algo para ayudar a los guías, las personas que podían ayudar en transporte debían de financiar la gasolina, etc. Fue refrescante ver cómo sabían qué era lo importante durante las votaciones, que no se enredaron en cosas secundarias. Mis respetos a los y las compañeras de Paraíso.
Tuve una experiencia preciosa cuando uno de mis ex –alumnos de la Escuela de Ciencias de la Computación e Informática, que era fiscal del NO, me dijo que luego del curso conmigo sabia que no se podia ser neutral y se habia definido publicamente.
Mi hija y yo nos ofrecimos a trabajar con la oficina del NO de apoyo cantonal en San José que estaba recogiendo la información sobre la situación de fiscales en los diferentes centros de votación, adónde sobraban y adónde se necesitaban. Se nos solicitó que trabajáramos en la casa, usando nuestros recursos de teléfono e internet y que contactáramos los diferentes cantones de Guanacaste. Pasamos horas, siguiendo pistas, nombres, teléfonos de los diferentes contactos para averiguar quiénes tenían esta información, ojalá a nivel distrital. Conocimos por teléfono gente maravillosa, organizados, trabajadores, a pie de lucha independientemente de las agresiones que estaba recibiendo. De todos lados la respuesta fue: agradecemos el apoyo, nos cae bien, pero Guanacaste va a mostrar que ella sola puede, que en las elecciones presidenciales le dieron el gane a Oscar Arias, pero que esta vez no lo sucederá así. Y cumplieron. Y cumplieron.
También fuimos depósito de información sobre la Provincia de Limón. El viernes en la noche, luego de haber hablado horas con los responsables de los diferentes cantones y distritos, de haber descubierto y comunicado que las credenciales no les llegaban porque se “habían perdido” listas enteras de fiscales del PAC, de haber puesto “parches” para resolver esta nueva crisis, recibimos una llamada de Pococí. El compañero responsable nos informaba que acababa de perder los pocos fiscales que tenia, pues la compañía bananera con la que trabajaban les habían dicho que toda persona que trabajara de fiscal del NO sería despedida el lunes. Él y nosotras estuvimos totalmente claros que la amenaza era real y entendimos que las personas no podían quedarse sin trabajo, que eran víctimas del MIEDO, de una amenaza real que se cumpliría. A esas horas de la noche, cansados, lo único que hicimos fue llorar un poco y decir que trabajaríamos esta crisis el sábado en la mañana, luego de descansar una horas.
Dentro de mí suenan todas estas voces, toda la información de cómo se estaban organizando, de las distancias a pie y a caballo donde quedaban las diferentes mesas, los nombres tan especiales de estas, el orgullo, el espíritu de lucha, su seguridad de que estaban haciendo lo correcto.
Estoy clara que era necesario el trabajo con los fiscales y la energía que le dedicamos. No quiero caer en el miedo y la culpa de que por ponerle nombre a las anomalías que sucedieron, yo sea la responsable de interrumpir esta “fiesta cívica”, esta “paz electoral”. Estoy clara que al decir que hubo fraude no fuimos nosotros los que lo cometimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario